mié. Dic 17th, 2025

El Municipio presenta una iniciativa que no fija un límite real ni ordena el crecimiento urbano. Distintos sectores advierten que el proyecto funcionaría como una llave para destrabar y volver a habilitar torres en Tigre

El intendente Julio Zamora envió al Concejo Deliberante un proyecto presentado como “límite de alturas”, pero que desde su anuncio despierta fuertes dudas entre vecinos y distintos sectores políticos. Lejos de constituir un freno real al crecimiento desordenado, la iniciativa no establece un límite claro ni propone un ordenamiento urbano integral, y vuelve a poner bajo la lupa el futuro de las torres en Tigre.

El proyecto llega después del freno judicial a nuevas habilitaciones inmobiliarias, dispuesto tras un amparo presentado por el concejal Sebastián Rovira. Ese fallo obligó al Municipio a enfrentar por primera vez el problema de fondo: años de excepciones, alturas extraordinarias y ausencia de un Código Urbano integral que ordene el desarrollo del distrito.

Sin embargo, la iniciativa impulsada por Zamora no es un nuevo Código Urbano, no revisa las habilitaciones ya aprobadas ni aborda el impacto acumulado de cientos de proyectos en zonas clave como Ruta 27, La Bota, Bancalari–Villanueva, Villa La Ñata y General Pacheco. Por el contrario, se trata de una norma puntual que, según advierten distintos sectores, podría cumplir formalmente con la exigencia judicial mientras habilita un camino rápido para reactivar construcciones.

Por eso, el llamado “límite de alturas” aparece más como una pantalla normativa que como una solución de fondo. La sospecha es clara: no limitar para ordenar la ciudad, sino limitar lo justo y necesario para volver a habilitar torres y destrabar proyectos frenados.

En un distrito donde el crecimiento urbano ya generó caos en el tránsito, presión sobre los servicios y conflictos ambientales, vecinos reclaman reglas claras, información pública y un debate serio. La desconfianza se profundiza ante la falta de transparencia sobre cuántos proyectos fueron aprobados, bajo qué excepciones y con qué impacto real en la vida cotidiana.

Desde el bloque de fuerza tigre, que preside Sebastián rovira, adelantaron que el proyecto será analizado punto por punto y que no se tratará de manera exprés. El debate, aseguran, no es contra el crecimiento ni contra la construcción, sino a favor de ordenar Tigre y evitar que una norma presentada como límite termine siendo, una vez más, la llave para seguir habilitando torres

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